El drama que nos ha entregado The Crown es uno de los mejores de los últimos años. No sólo en Netflix, sino en la televisión y el streaming en general. Ahora bien. Sabemos que se alimenta del extraño morbo que existe alrededor de las familias reales, específicamente la casa británica… pero la realidad es que el guion es una genialidad.
Le podríamos quitar el nombre forman de “la reina Isabel II de Inglaterra”, así como al resto de los personajes, y seguiríamos enganchados con esta historia. ¿La razón? Han logrado mezclar muy muy bien el drama personal de la mujer más importante de toda una nación. Es decir, lo personal y lo político.
Desde 2016 hemos seguido los eventos detrás de la vida pública y privada de la reina entre guerras, conflictos económicos, desacuerdos ideológicos, pero también escándalos de infidelidades, sucesión, legado y mucho más. Para la quinta temporada, hemos de ver, entonces, la más grande crisis de la casa de Windsor en relación a la separación de la princesa Diana y el príncipe Carlos.
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